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Aclaración Importante Sobre la Ley de Consentimiento de Salud Mental de PA


Los platos se apilan, los correos electrónicos del trabajo vienen a un ritmo cada vez más rápido y no puedes recordar la última vez que ingeriste algo que no sea cafeína. Sin embargo, nada de esto está en tu cabeza, nada de esto te importa en este momento. Este es el momento en que una de las personas que más te importan en el mundo necesita ayuda, pero sin importar cuánto te esfuerces o cuántas noches pases sin dormir iluminado apenas por la luz de la pantalla de tu laptop, parece que no puedes brindársela. Este sentimiento absolutamente desesperanzador de no poder proteger y ayudar a tu hijo es algo que ningún padre debería tener que sentir, pero lamentablemente a muchos les resulta conocido. Como padre/madre de un niño con problemas sociales, emocionales, de conducta o de salud mental es posible que hayas experimentado varios grados de este sentimiento al interceder por tu hijo.

En PA Parent and Family Alliance tenemos el objetivo de atenuar esos sentimientos de aislamiento y desesperanza que experimentan algunos padres. Una de las primeras cosas que creamos como organización fue nuestra hoja de consejos (en inglés y en español) para facilitar la lectura de la Ley 147 (ahora Ley 65 2020), Ley de consentimiento de salud mental de Pensilvania, a familias y proveedores. Antes de tener presencia en redes sociales, conectar con nuestras familias e incluso antes de tener el nombre y el logotipo que ves hoy en nuestro sitio web, sabíamos que había que abordar este tema. Estaba claro que era un punto delicado, ya que el documento había sido compartido más de 15 000 veces por familias, proveedores y agencias en todo el estado de Pensilvania.


Desde entonces hemos continuado ampliando nuestros recursos para padres que buscan tratamiento ambulatorio o con internación para sus hijos. Hemos agregado dos hojas de consejos más sobre cómo seleccionar un centro de tratamiento para tu hijo y cosas a tener en cuenta mientras tu hijo está allí. También están los blogs correspondientes (cómo seleccionar, mientras están allí) que ofrecen consejos y sugerencias que provienen directamente de padres que ya han pasado la experiencia de buscar estos servicios para sus hijos, con la esperanza de ahorrarles tiempo y dolores de cabeza a otros padres, además de hacerles saber que no están solos. Uno de los principales aportes que obtuvimos al dialogar con los padres que nos ayudaron a crear estos recursos fue que muchos proveedores no interpretan correctamente la ley de consentimiento de salud mental. Una madre en particular una vez mencionó que le envió por correo electrónico nuestra hoja de consejos sobre la ley al terapeuta de su hijo para mostrarle que éste, de hecho, no podría optar por no recibir los servicios una vez que su madre había aceptado.

Por si no conoces la Ley de consentimiento de salud mental conocida como Ley 147, se trata de una disposición legislativa de 2004 que, si se cumpliera correctamente, sería una gran ventaja para la salud mental de los niños. Analiza quién debe dar su consentimiento para el tratamiento de salud mental en un niño de entre 14 y 17 años. Los niños de estas edades todavía son menores, por lo tanto antes de esta ley no tenían formas de recibir servicios de salud mental si sus padres no querían. Todavía existe un horrible estigma en torno a la salud mental y sus tratamientos y algunos padres y familias podrían no ser tan abiertos y comprensivos si su hijo quiere ayuda. Esta ley revolucionaria debía otorgar a los niños en esas situaciones la capacidad de conseguir ayuda a pesar de la negación de sus padres.


Por desgracia, esta ley ha sido malinterpretada y ha estado perjudicando la salud mental de los niños en lugar de beneficiarla. Varios proveedores en todo el estado han interpretado erróneamente la ley considerando que ahora los niños de 14 a 17 años pueden dar su consentimiento para no recibir tratamiento de salud mental independientemente de si sus padres lo desean o no. Definitivamente este no era el objetivo de la ley, ya que puedes ver en la orientación estatal aquí, aquí y aquí que pone en peligro a los niños comprendidos entre esas edades, puesto que a muchos les han dicho que tienen la opción de rechazar la ayuda que tanto necesitan. Si el primer párrafo de este blog te hizo recordar esas noches sin dormir tratando de conseguir ayuda para tu hijo, sabes que lo último que necesitas es otro obstáculo que superar. Cuando alguien que está en una posición de autoridad (p. ej., un médico o un terapeuta) le dice erróneamente a su hijo que puede rechazar estos servicios, los padres quedan en una situación increíblemente difícil.


Hablamos con Bonnie, una trabajadora social experimentada, y le preguntamos por qué se sigue utilizando esta información incorrecta. Ella relató su experiencia: “Creo que la comunidad de salud mental, y me incluyo, ejerce sin tener en clara la ley. Cuando comienzas con tu primer trabajo en el campo de salud mental, recibes “entrenamiento” sobre el consentimiento. Nunca analizas la ley específicamente por ti misma. Nadie tiene el tiempo ni el conocimiento legal. Hasta que cuestionas la validez de un caso específico o te lo plantea un padre/madre con información precisa, continuarás haciendo lo que te han enseñado. Esto es lo que me pasó hace algunos años. Una vez que supe lo que decía la ley en realidad, se lo hice saber a mi supervisora. Ella ni siquiera la miró. ‘Así es como siempre se ha hecho’, fue su respuesta y la política de la agencia”.


Si bien lamentamos que este malentendido haya sobrecargado aún más a los padres que ya se sentían abrumados desde hacía mucho tiempo, estamos felices de que nuestros funcionarios electos en Harrisburg vieran la misma dificultad que nosotros. Reemplazaron la Ley 147 aclarando el lenguaje para eliminar las confusiones y promulgaron la Ley 65 2020. El representante de los condados de Allegheny y Washington, Jason Ortitay, fue uno de los copatrocinadores de la ley. Le consultamos al rep. Ortitay qué piensa sobre la importancia de esta aclaración: “Esta nueva ley es la culminación de seis años de trabajo arduo. Una madre acudió a mí después de que su hija muriera trágicamente siendo adulta joven luego de haber intentado conseguirle tratamiento de salud mental cuando era adolescente. Lamentablemente, los proveedores estaban malinterpretando una ley de 2004. Esta nueva ley definitivamente salva vidas y permite a los padres guiar las necesidades de salud mental de sus hijos. Fue un esfuerzo en equipo hacer que esta legislación cumpliera su meta ”.

Leer estas palabras es muy doloroso, sin embargo, muestra la gravedad del asunto. No es una cuestión de política, es una cuestión de protección de los niños y su salud mental. Nuestros pensamientos están con esa madre que tuvo la valentía de compartir su historia con Ortitay y le agradecemos que lo haya hecho, ya que esto provocó cambios sistémicos reales para todos los niños que recibirán ayuda en virtud de esta nueva orientación aclarada. Es maravilloso saber que representantes como Ortitay y los demás involucrados (Hahn, Snyder, Ryan, Pickett, Brown, Pyle, Dunbar, Grove, Longietti, Kirkland, Digirolamo, Bernstine, Millard, Masser, B. Miller, Neilson y Schlegel Culver) están defendiendo la salud mental de los niños. A continuación está el memorando oficial.


“¿Eres uno de los muchos miembros que han escuchado a padres frustrados y atemorizados a los que les han dicho que los niños mayores de 14 años tienen derecho a decidir por sí mismos si quieren o no recibir un tratamiento de salud mental? Si es así, conoces el nivel de preocupación que están atravesando y cuán terrible es reconocer que te sientes impotente para ayudar a tu hijo que podría estar atravesando una enfermedad mental y necesitando desesperadamente atención que le salve la vida.


Nuestra observación, basada en las investigaciones constitutivas es que necesitamos simplificar más las cosas para eliminar cualquier tipo de confusión. Los niños de 14 a 18 años necesitan la orientación de los padres para tomar decisiones de esta magnitud, especialmente cuando están luchando con un problema de salud mental. Por consiguiente, nuestra legislación derogará las secciones de la ley que generen confusión y las reemplazará por palabras que tengan menos posibilidades de ser malinterpretadas”.


Comparte la nueva actualización legal con amigos, vecinos, colegas o cualquier proveedor que conozcas. Es importante que continúe creciendo la concientización sobre la Ley de consentimiento de salud mental.


Haz clic aquí para compartir nuestra hoja de consejos de fácil acceso.


Haz clic aquí para leer y compartir el proyecto de ley.


¿Todavía no estás seguro de cómo esta ley afecta a tu familia, estás lidiando con un proveedor que no comprende la ley o simplemente necesitas hablar con alguien? Nuestros Socios de apoyo a la familia (FSP) están a tu disposición. Se puede acceder a este servicio gratuito y confidencial por vía telefónica o en línea.

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