Cuando Mi Hijo/a Lloraba, Yo También
Una madre cuenta cómo sus sentimientos de desamparo y aislamiento la llevaron a ayudar a otros. #papfa#organizaionesfamiliares #llamaralliderazgo

Uno de los trabajos más difíciles que puede tener una persona es criar a un hijo. Ser padre/madre es una tarea que implica una mezcla de emociones, presentimientos, preocupación constante y mucho amor sobre todas las cosas. Los padres no quieren otra cosa que proteger a sus hijos e instilarles las aptitudes y el conocimiento que necesitan para tener una vida feliz. Esta tarea aparentemente imposible de criar hijos se hace aún más difícil cuando a uno de tus hijos le diagnostican un problema emocional o de salud mental. Esta era la situación en la que Ruth Fox, CEO de la Red familiar de Allegheny, se encontraba cuando criaba a su propia familia.
Antes de ser la CEO de una organización multimillonaria sin fines de lucro, Fox era una madre soltera que luchaba por mantenerse a flote. Tuvo su primer hijo a la temprana edad de 16 años. El embarazo adolescente está rodeado de un estigma gigante y acarrea el potencial de frenar a una madre por el resto de su vida, pero Fox no permitió que le pasara esto. Trabajó para obtener el título de auxiliar de enfermería y conoció a un hombre que pronto se convirtió en su marido. La pareja se casó y tuvieron tres hijos a pesar de que su relación era birracial y causó sorpresa cuando se hizo pública. Fox nunca fue la clase de mujer a la que le importaba lo que pensaban los demás y continuó trabajando para darles a sus hijos una infancia feliz.
Lamentablemente, en 1997 el marido de Fox falleció cuando su hija menor tenía tan solo 8 años. Esta niña, Autumn, entró en un espiral de depresión luego de la muerte de su padre. Autumn no podía salir de su casa y con el tiempo le diagnosticaron agorafobia, que es el miedo a estar fuera del hogar. Recordando aquellos días, Ruth relató: “La mayoría de las familias y padres con los que trabajo me cuentan cómo sus hijos los atacan verbalmente y se comportan mal, pero con Autumn era simplemente una tristeza absoluta. Lloraba desde que se levantaba hasta que se iba a la cama, y la mayor parte de los días yo también”.
“La mayoría de las familias y padres con los que trabajo me cuentan cómo sus hijos los atacan verbalmente y se comportan mal, pero con ella era simplemente una tristeza absoluta. Lloraba desde que se levantaba hasta que se iba a la cama, y la mayor parte de los días yo también”.
El dinero es un motivo de preocupación general para la mayoría de las familias jóvenes, sobre todo los hogares monoparentales. Sin embargo, Ruth tenía un gran impulso para ayudar a la gente y descubrió su atracción natural por las personas con dificultades mentales. Cambió su carrera de enfermera por trabajar en la iglesia como defensora de la población sin hogar de su área. Esto significó una gran reducción en su paga, pero lo que ganaba justificaba cada centavo que perdía. Estuvo en la iglesia durante diez años y, si bien amaba estar allí, también se sentía aislada. La iglesia en la que trabajaba consideraba la enfermedad mental como un “fuerza del demonio que podía alejarse a fuerza de oraciones”. Según Ruth: “Recé. Todas las noches rezaba y la cosa no mejoraba. Necesitábamos algo que no fuera la intervención divina”.
Autumn estuvo dentro de su casa desde los 8 años hasta que cumplió 21. Actualmente, Ruth siente tristeza por el hecho de que su hija “se perdió” sus años adolescentes, pero está muy orgullosa de la mujer en la que se ha convertido. Con multas por ausentismo que crecían a un ritmo veloz, sabía que tenía que actuar. Ruth la llevó a un centro de tratamiento donde se quedó durante un período largo de tiempo. Era una niña muy sensible y le costó varios intentos encontrar a un terapeuta en quien confiar plenamente, pero una vez que lo logró, este fue una tabla de salvación para ambas.
A los 21 años de vida, Autumn pudo superar su agorafobia. Siguió los pasos de su madre e ingresó ella misma en el campo de la salud mental. Luego de un pequeño retroceso, actualmente está criando a dos niños propios y está trabajando en su comunidad para ayudar a otros, igual que su madre. Fox está maravillada con lo fuerte que ha sido su hija y lo lejos que ha llegado, pero dice que, como madre, todavía ve la lucha interna que atraviesa y mantiene su mirada atenta a su hija, independientemente de cuántos años tenga.

Incluso cuando las cosas con Autumn finalmente comenzaron a estabilizarse, Fox no pudo evitar darse cuenta de la escasa ayuda que recibió. Cuando estaba en medio de la crianza de una hija con dificultades mentales, no había algo como Google. No podía buscar en su teléfono y acceder a páginas y páginas de recursos y apoyo. No estaba segura de cuáles eran sus derechos en cosas como el ausentismo escolar o los beneficios del seguro, y ni siquiera sabía cómo acceder a esta información. Cuando le preguntamos qué consejo le daría a un padre/madre que atraviesa una situación similar, dijo: “Que utilice los recursos disponibles”. Fox no quiere que los padres hagan caso al estigma que rodea la salud mental. Si bien esto ha mejorado desde los años en los que ella criaba a Autumn, todavía existe. Los padres actualmente tienen muchos recursos a su alcance y el mejor consejo de Fox es que pidan ayuda y la usen.
Ruth Fox pudo combinar su amor por el trabajo social y su propia experiencia de criar a Autumn para finalmente llegar a ser la CEO de la Red familiar de Allegheny. Este programa familiar solo contrata empleados que hayan vivido la experiencia de criar un hijo/a con problemas sociales, emocionales, de conducta o mentales. Contar con padres que apoyen a otros padres permite el nivel de comprensión y cuidado que solo un par podría ofrecer. Fox continúa siendo una figura inspiradora en el mundo de la concientización por la salud mental y, aunque pocas cosas son más impresionantes que ser una CEO autodidacta, criar a sus hijos es su mayor logro. Ser padres es un trabajo que nunca termina y la preocupación por los hijos no desaparece cuando estos crecen. Está orgullosa de trabajar para una organización que puede ofrecer a los padres el tipo de apoyo necesario que ella nunca recibió.